El nombre, Congregación de Misioneras de María Corredentora (MMC) corresponde a la
iniciativa del + P. Carlos Latorre, CSsR, en el afán de actualizar la preocupación
apostólica de San Alfonso y de los Misioneros Redentoristas, por los más pobres y
abandonados. Las hermanas Cofundadoras, como miembros de la Legión de María,
asumieron el desafío de servir a la mujer marginada. Esta obra unificó y consolidó
el + P. José Fidel Hidalgo Pérez, CSsR, nuestro Fundador.
Las hermanas se consagran totalmente a Dios, entregándose al servicio de los pobres
y a la restauración moral de la mujer, por medio de la evangelización explícita y
directa en seguimiento a Cristo Redentor y Misionero a ejemplo de María
Corredentora.
En la acción apostólica, ayudan a celebrar la pascua, a pasar desde el pecado y de
la muerte espiritual a la vida de resucitados en Cristo, “resucitando a la novedad
de la vida nueva con todos los que padecen en el cuerpo y en alma, en toda la
persona". Siendo las primeras en dar este paso interior y exteriormente.
Con el fin de identificarse como miembros de una misma familia religiosa, establecen
las siglas: MMC (Misioneras de María Corredentora), seguidas de la firma, y el
carnet de la Congregación.
El lema de la Congregación: "Fascinadas por Cristo Resucitado" expresa la
alegría de
ser Hijas de la Pascua, alegría que se fundamenta en el amor del Padre, en
la
participación en el misterio pascual del Hijo, quien por el Espíritu Santo
nos hace
pasar de la tristeza al gozo, del absurdo al hondo sentido de la existencia,
del
desaliento a la esperanza que no defrauda.
Nuestro fundador, el Rvdo. Padre José Fidel Hidalgo Pérez, CSsR, centró
totalmente
la espiritualidad de la Congregación en el Misterio Pascual y supo imprimir
en
nosotras el sentido de la Pascua. La vivencia del MISTERIO PASCUAL es lo que
nos da
identidad como consagradas. Cristo, que fascinó a María Magdalena y a las
otras
mujeres que madrugaron en su búsqueda es el mismo Señor Resucitado quien da
razón y
sentido a nuestra existencia.
El hábito es signo de consagración, de pertenencia y testimonio de pobreza, Quienes
llevamos el mismo hábito pertenecemos a la misma familia religiosa. El diseño
aprobado consiste en: una túnica sencilla de color plomo con ceñidor del mismo
color, velo de color crema y al pecho un Cristo Resucitado, que lleva en él la
imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Únicamente el Capítulo General y por razones justificadas, puede adaptar un modelo
de hábito diferente para aquellos lugares en donde no resulta apropiado el que se ha
establecido en la Congregación.
En casos excepcionales, por enfermedad o por otro motivo justo, el Gobierno General
puede dispensar temporalmente a una religiosa, de la obligación de llevar el hábito.
Cuando sea necesario prescindir de éste, la religiosa o comunidad interesada,
solicite por escrito la debida autorización.
La Bandera de la Congregación está formada por dos franjas horizontales, la superior
de color blanco, signo del triunfo de Jesús sobre la muerte; y la inferior de color
plomo, signo de la pobreza asumida; al centro seis estrellas signo de la luz del
Espíritu que inspiró a los Fundadores a emprender la Congregación; el color celeste
de las estrellas simboliza a María la Gran Misionera, continuadora de la misión de
su Hijo y formadora de misioneras, de ella aprendemos cómo ser discípulas y
misioneras de Jesús.
Se iza siempre con el Escudo en las fiestas de la Congregación.
El Escudo de la Congregación expresa lo esencial de la misión y espiritualidad
pascual que debe animar a cada hermana.
El cirio o pascual representa a Jesús Resucitado, “la Luz del mundo”, que nos
fascina y nos llama a la evangelización en su nombre.
Las huellas significan el comienzo de una nueva andadura, corremos hacia los pobres
más pobres y entre ellos, la mujeres marginadas, asumiendo el mandato de Jesús "ld
por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva"
En el contorno interno del escudo está el lema de la Congregación. "Fascinadas por
Cristo Resucitado". Y en el exterior espigas y racimos de uvas que representan la
Eucaristía, maná que alimenta, cumbre y fuente de toda vida espiritual y apostólica
Las seis estrellas indican la presencia místico-profética de nuestros Fundadores que
guían y acompañan el quehacer misionero.
El Escudo lleva en la parte superior la corona de nuestra Señora del Perpetuo
Socorro, que representa el espíritu de servicio gozoso de las Misioneras siguiendo
las huellas de María.
El Himno de la Congregación fue escrito en el año 1979, fruto del ímpetu y
compromiso misionero de nuestro Padre Fundador. La música pertenece al + Sr. Arturo
Pesantez. Sintetiza el amor, la entrega, el sacrificio y el servicio que caracteriza
nuestra misión cerca de los más pobres y marginados teniendo como ejemplo la
sensibilidad, disponibilidad y ternura de María.
El Himno se cantará en todas las celebraciones importantes de la Congregación.
Destinemos en cada casa un sitio especial para exponer los símbolos de nuestra
Congregación.